miércoles, 8 de enero de 2014

La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda.

“Y si, digo que me parecería de lo más bonito del mundo tomarnos de la mano y besarnos frente a los demás. Y comer fresas con crema de tu boca o de tus piernas en mi casa de campo mientras preparo chocolate caliente y tu enciendes la calefacción. Y estar cada noche en la azotea viendo constelaciones mientras te hago dibujos en la espalda de las mismas. Y decirte que me encantaría pasar horas dando vueltas en la cama mirandote y jugando contigo a que somos gatos que no quieren dormirse y quieren jugar hasta que se vaya la luna. Y quisiera despertar todos los días viendote despertar. Hacerte el desayuno, el amor. Compartirte mi vida. Decir que no hay peor ciego que el que no te quiera ver, y que la verdad el mundo sería bastante aburrido sin tu existencia. Y que me ha gustado un montón haberte encontrado. Y que sólo me sentiría perdido si te suelto de la cintura cuando bailemos. Que sólo en tus labios es que puedo calmar mi sed de verdad, y en tus ojos es que puedo disfrutar de un próspero amanecer. Que con nuestros cuerpos rozados uno al otro mi corazón da latidos de fuego artificial. Que la vida sin ti es un desperdicio, y que no me importa el tiempo que tenga que pasar esperándote por que te vistas a la hora de salir. Que no me importaría llegar tarde al trabajo si cada mañana despertamos, te hago el café comemos y hacemos el amor antes de despedirnos. Que sonreír es mucho más bonito cuando lo hago porque lo haces tú. Que me encantas con pijama, sin pijama, con lo que sea. Que eres tan bella que no dejas que nadie más para mí lo sea. Corretear por la cocina desnudos por estar jugando a las escondidas, aparecerme en la ducha cuando tu lo estás, abrazarte y besarte haciendote saber que eres la mejor persona del mundo y que ser feliz es sinónimo de estar contigo.

Y besar tu cuello y acariciar tu vientre mientras digo que soy capaz de darle la vuelta al mundo para abrazarte por la espalda. Así te quedaría claro que eres amada por mí.” 

miércoles, 1 de enero de 2014

Uno de enero.


Hoy es uno de enero.
 Es como si fuera la primer hoja de un libro más de esta saga llamada vida
Siempre es lindo empezar algo nuevo, plantearnos todos los propósitos que queremos cumplir, auto-animarnos diciendo "este año sí", "ahora voy a empezar de cero", "voy a dejar de hacer tal cosa", u otras cosas de la misma índole.
Lo estúpido 
es que no nos demos cuenta de ello los 364 días restantes del año. 
Lo sin sentido 
es esperar a que llegue un día específico en el calendario para decidirnos a cambiar, para ponernos nuevas metas para ir creciendo.

Hagamos que todos los días de nuestras vidas sean 1 de enero. Que tengamos esa misma fuerza y confianza de creer que podremos hacer lo que queremos. No dejarnos estar, y ponernos siempre objetivos para avanzar.

Eso es lo que deseo para mí
y lo que deseo para todos.

Feliz año nuevo
hoy, y los 364 días restantes.