sábado, 31 de enero de 2015

¿Lo habrá?

Que tonta me siento recorriendo carpetas en mi computadora sólo por encontrar alguna foto que estemos juntos. Vos y yo. Las pocas que tengo ya las desgasté con mi mirada una y otra vez. Y son tan viejas que siento que no te veo desde hace el doble de lo que realmente es.

Calculo que en un rato hablaremos por skype. Yo te diré un feliz cumpleaños con una sonrisa intentando esconder la tristeza. Vos me sonreirás de vuelta, pero en el fondo sé que somos muy parecidos.

Quizá me equivoque. Quizá no te importe estar tan lejos en un día como hoy. Recuerdo que el año pasado olvidaste mi cumpleaños. Eso dolió. ¿Te dolió a vos?

Siento impotencia por no poder hablar con vos. No el hecho de "hablar" en sí, sino realmente HABLAR, ¿me explico?. No sé si alguna vez en nuestras vidas nos sentamos, vos y yo, y pusimos el corazón en la mesa. No lo creo. Me entristece decir que no te conozco, que no me conocés.

Y aún así, aún con todas esas ganas por acabar con ello, carezco de esa virtud que posee cierta gente, de llegar al interior de la otra persona con apenas un par de palabras.

Tan sólo espero que estés feliz. Y que me extrañes, aunque sea, alguna noche de invierno en la que nada te haya salido bien.
Hay tantas cosas que quisiera saber de vos. Tu niñez, tu adolescencia. Tus sueños. Tus proyectos a futuro.

Sigo diciéndome que habrá tiempo para todo ello.
Pero, ¿lo habrá?
Te quiere, tu hija.

Universos paralelos.

"I feel like I'm in the wrong world.
'Cause I don't belong in a world where we don't end up together. 
I don't.
There are parallel universes out there where this didn't happen.
Where I was with you, and you were with me.
And whatever universe that is, that's the one where my heart lives in."


"Comet"

domingo, 11 de enero de 2015

Carta a la vida.

Hoy me pongo a pensar en lo vacío que estuvieron aquellos años. Ese lugar no me pertenecía, nunca lo hizo. Me dio la idea en aquel entonces que, una vez que alguien se marcha, queda atrapado en la nada. Una especie de limbo, ¿sabes?. No eran mías esas calles que ahora recorría, no eran mías esas personas con las que gastaba mi tiempo. Y más aún, no era mío lo que había dejado atrás (me llevó tiempo comprender esto). No me sentía parte de nada. Quizá fue mi culpa y mi temor a entregarme con el alma desnuda. Quizá mi limbo fue quedarme encerrada en mí misma. Quizá fue simplemente que aquel no era mi lugar.

Ahora echo la mirada atrás y siento haber desperdiciado esos años. Siento que no brillé. Dime, ¿hay un mayor pecado que aquél? No tenía sueños o proyectos. Es como que mi preocupación mayor siempre hubiera sido encajar en ese sitio que no me pertenecía, que nunca lo hizo. Como querer encajar una pieza en el tablero equivocado.

Sin embargo no quería irme. Irme para mí era el castigo más grande que la vida me ponía por delante. Sentía que lo perdía todo, sin darme cuenta que no tenía nada que perder. Sin darme cuenta que era la primera vez que ganaba algo.

Lloré, maldecí. Cada adiós fue como una puñalada en el pecho. Aún recuerdo tantas espaldas marchar...

Hoy me doy cuenta que esas vidas nada me aportaban. No creo que estuvieran vacías, creo que tocaron muchas almas. Pero no la mía. La mía no estaba allí, se me ocurrió que quizá se hubiera quedado en una parte del océano entre tanto viaje.

Al volver la recuperé sin darme cuenta.
Me llevé la decepción, esa que todo el mundo dice de "donde has sido feliz no has de volver" sólo que con personas más que con lugares. Créanme, es aún peor.

Pero nada me importaba porque recuperé mi alma. Me costó un tiempo sanarla. Darle el calor que el océano le había arrebatado tras todos estos años.

Y hoy, tras mucho tiempo sin poder decirlo, siento que pertenezco aquí. 
Siento que brillo. Siento que la pieza finalmente encajó. Me siento feliz.

jueves, 8 de enero de 2015

Perfecto es tu amor.

“Porque todo es posible contigo, 
no digo que todo sea fácil, 
pero tú me das tanta esperanza que te admiro. 
Me haces dar tantos pasos hacia delante, 
que siento ser perfecto. 
Y decir que soy perfecto, 
es decir que me amas.” 


domingo, 4 de enero de 2015

Motivos para amarte.

Te amo porque a tu lado soy yo, y no te empeñás en moldearme a tu manera. 
Te amo porque tenemos aspectos distintos que nos respetamos y aceptamos, 
y de los cuales también aprendemos. 
Te amo por todo lo que compartimos (sobre todo, la misma pasión en la vida).
Te amo porque estamos juntos, 
tanto cuando nuestras manos se entrelazan como cuando alguien marcha lejos.
Y te amo porque nos dejamos volar libremente,
 sin necesidad de que el otro nos vigile el vuelo con ojos atentos. 
Y te amo porque no hace falta tomar decisiones con el miedo de qué pensará el otro, 
porque sabemos que su apoyo nunca va a faltar.


Te amo porque yo soy yo y vos sos vos,
y juntos somos vos y yo,
nunca algo moldeado a los ideales del otro.