Creo poder con todas las emociones salvo la injusticia o aquello que me de rabia. Cuando tengo que hablar de ello, se me atoran las palabras, se acumulan, y me desbordan por los ojos en forma de gotitas saladas. La peor de las emociones, diría yo, la que más necesita ser escuchada.
Y yo no sé como hacerme escuchar.
Debería poder, usted que tiene ese diamante que es la palabra en la mano. Un abrazo.
ResponderEliminarA veces la bronca, el dolor, o lo que sea que nos aqueja nos vuela las palabras. Es cuestión de procesos. De valorizar nuestra vos. De calmar una pequeña parte de la revolución interna para verbalizarla.
ResponderEliminar¡Abrazo!
la peor de las emociones, la impotencia por tanta injusticia junta que no te permite ni suspirar sin que la frustracion te haga llorar, quizas es temor a no darte a entender ni mostrar totalmente como te afecta algo, buena entrada, nos leemos un kiss!
ResponderEliminarCómo te entiendo. Las situaciones injustas me sacan de mí misma, no las soporto... y lo peor es que me duelen tanto que ni siquiera me sale palabra, sólo comienzo a lagrimear. No sé si exista algún remedio para eso.
ResponderEliminarUn abrazo grande Cele!
PD: Te espera una sorpresa en mi blog.
Es verdad, hay palabras que parecen quedar atragantadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
La impotencia de no poder gritar y decir lo que de verdad piensas o sientes. Esa sensación la conozco bien. Por eso me desahogo escribiendo... mi desesperación la transformo en arte. Ojalá pudiera darte otra solución. Pero yo es lo único que puedo hacer... O también está la opción de no callarte, que también la hago en algunos casos, aunque no tanto como me gustaría...
ResponderEliminarUn abrazo y, si quieres, pásate por la última entrada de la sección "Descubriendo a..." :3
Celeste , a veces no queda otro remedio que el silencio, no obstante te comprendo.
ResponderEliminarUn abrazo.