Los sentimientos son de lo más frágil.
Con una mentira se pueden quebrar,
con un acto, con una duda, con un miedo.
Se rompen, se olvidan o mueren.
Por eso hoy quiero hacerte saber
que yo te cuido
como barco de cristal
como jarrón de porcelana
como ala de mariposa.
Para que florezca
para que estire las alas y eche a volar
para que todo sean frutos
y nada decepciones.
Para mirarte a los ojos y verme
a mí, y a ti y a ambos, juntos,
en un sin fín de burbujas de plástico
por si acaso resbalamos
no estallar.