martes, 31 de enero de 2017

Cometa.

Y quizá sea que es mejor así.
Que me mires como a cometa en el cielo. 
Algo bello e inalcanzable que te invita a soñar. 
Quizá sea mejor así. 
Porque luego el cometa atraviesa la atmósfera, y paulatinamente se va desintegrando, y para el momento en que llega frente a tus pies te das cuenta de que no es más que un par de piedras opacas y mucho polvo.
Quizá la magia estaba en mantener esa distancia, 
en ese misterio eterno de lo que no comprendemos.

martes, 10 de enero de 2017

Hablemos de miedos.

Tengo miedo. 
Miedo de fallar, de no ser capaz, de no estar a la altura.
Miedo a que en el último peldaño de la escalera mis pies se conviertan de plomo 
y jamás pueda llegar a la cima para ver qué me esperaba del otro lado.
Miedo a que en mi futuro me recuerde a mi pasado: una adolescente frustrada que no llegó ni a rozar con los dedos aquello que anhelaba. 
Miedo a que el "no soy capaz" se me haya grabado en el alma y el corazón y ya no encuentre manera de despegar esas palabras que espantan cada sueño que se asoma a mi ventana.
Miedo a creerme mediocre toda la vida, a que las grandezas no son para mí, 
a seguir con la cabeza baja toda la vida con temor a que ésta me pegue un arañazo en el orgullo.