Afortunada de tenerte.

¿Sabés?

 Siempre me sorprendió lo rápido que cambian las cosas. Me refiero a las cosas en general, a la vida, al ''hoy estoy acá y mañana estoy allá''. Uno mismo. 

Y de eso es de lo que quiero hablarte. De cómo cambiaron las cosas desde que te conocí. Es increíble pero miro hacia atrás y desde que te conocí no hay más tristeza  Y si uso la palabra "increíble" es porque solía ser bastante común. Tristeza, soledad e incluso, a veces, enfado sin motivo. 

Y sin embargo, llegaste vos y es como que todas las piezas de este gran rompecabezas llamado vida hubieran encajado en su lugar. Como si un día gris de tormenta hubiera despejado y convertido en un día hermosamente soleado, sin nubes.

¿Entendés? De repente todo está bien. Y ya no me acuerdo ni el motivo de mi tristeza ni el motivo de mi enfado. Tan sólo recuerdo que vos los borraste con cada beso, con cada caricia... con cada palabra. 

¿Viste eso que dicen de que la gente nunca cambia? Para mí es todo mentira. Yo soy de las que piensan que todo nos cambia. Y vos me cambiaste a mí. Para bien, me cambiaste. Me hiciste sentir en paz, contenta conmigo misma. Vos me das valor. Podría escalar la montaña más alta y empinada que te puedas imaginar si te tengo a mi lado diciéndome que puedo. Y ojalá que sea recíproco, ojalá que nos hayamos encontrado para no tener que soltarnos, que seamos siempre las dos piezas de este rompecabezas que nunca se separan, sin importar que el resto se desmorone.