miércoles, 15 de febrero de 2017

Lo estable no existe.


Alguien debería advertirnos. Que la vida tiende a hacer eso. 
Te agarra desprevenido, cuando vos creés que la marea ya se calmó, cuando por fin conseguís un poco de paz, cuando te empezás a autoconvencer de que sos esa clase de persona que tiene "estabilidad" en su vida, ahí es cuando ésta te agarra, cuando estabas feliz, contento, conforme, cómodo con lo que tenías.
Que importa, quizá exagere. 
Pero no puedo evitar sentir que volví a perder otra partida. 
Que es un vuelta a empezar, sin saber bien qué es lo que nos espera.