¿Te pusiste a pensar alguna vez, todo lo que tus ojos vieron?
Desde que te arropaban en brazos hasta el día de hoy. Aprendieron desde cero. Estuvieron ahí en el momento en que, por primera vez, uno se paró y vio todo desde un ángulo diferente. Fueron inocentes. Fueron lastimados y bañados en lágrimas, lágrimas que una vez caídas cambiaron para siempre la visión . Y rieron, porque sólo un tonto diría que reír se hace únicamente con la boca. Besaron en secreto, sin que quizás, otros ojos se dieran cuenta.
Se posaron en tantos otros ojos...
Y pidieron.
Pidieron ser amados.
Pidieron ser perdonados.
Pidieron que los entiendan.
Que se den cuenta.
A veces desearía poder sumergirme en ojos ajenos. Tirarme de cabeza en sus pupilas, como si saltara hacia una pileta. Y salpicarme. Salpicarme de recuerdos, de anécdotas vividas, y de todo aquello que aún me queda por ver.