La inseguridad es una sombra que me acecha.
Siempre que me giro ella está ahí,
incluso de noche, cuando no la veo, sé que sigue estando ahí.
Y siento una necesidad agobiante de llorar
y no paro de preguntarme dónde está la sombra de los demás
por qué no los atormenta como me lo hace a mí,
por qué nadie la nota si siempre esta ahí.