miércoles, 3 de agosto de 2016

A d i ó s .

Un adiós que se suma a la colección. 
Yo ya los conozco. Tengo varios... de distintos tamaños, formas y colores. 
Pensaba que hoy sería uno más del montón. 
Pensaba que hoy, acostumbrada a tantos, mi único papel sería tomarlo como se toma cualquier libro y apilarlo en la biblioteca de despedidas
Y sin embargo, recién hoy descubrí que hay cosas que no importa cuantas veces se vivan, cuantas veces se crea superado.

Duele igual

Hay cosas a las que no nos podemos volver inmunes. 
Me será siempre imposible decir adiós sin derramar una lágrima
(no importa cuán rápido pestañee para que tú no la llegues a notar).

Duelen las despedidas.
Duele la incertidumbre de cuándo te volveré a ver.

1 comentario:

  1. Los adioses se han amontonado y se han repetido con tanta frecuencia que se han vuelto cotidianas y ya no duelen, pues por cada adiós hay un bienvenido.

    Besos

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