Y como no, con septiembre vinieron los cambios, y en una de esas exploté y vos tuviste la mala suerte de recibir una de mis astillas en el corazón. Y yo, entre tantos pedacitos, me perdí, y no sé bien que parte tengo o no, creo que perdí un poco de cordura y quizá un poco de responsabilidad (justo en este momento que más la necesito).
No sé si tengo todas mis partes para avanzar, no sé si el quedarme a buscar trocitos sea la excusa para no avanzar, no sé si en el fondo no estará bien librarse de unas partes de uno mismo para continuar.
Liberarse de algunas partes. Es como una actualización de uno mismo.
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