Y allí estaba yo, rodeada de dolores, lágrimas, arrepentimientos,
rodeada de vida apagándose,
y sin embargo
sintiéndome tan viva
sorprendiéndome sonriendo por la calle
con el alma estallando en colores
descubriendo que la felicidad, está dentro nuestro
y que cuando uno se da cuenta, y la abraza, puede ser hermoso.
Qué lindo escribe la poeta de los pies descalzos, que persigue la luna.
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