Y así estuve, años armando avioncitos de papel.
Sentada en aquel escritorio, que era el caos, lleno de apuntes, de calendarios con fechas remarcadas, de paredes que gritaban todo aquello que no debía olvidar. Allí estuve, aislada, haciendo viajar mis sueños en trozos de papel que apenas volaban por encima de mi cabeza y volvían a descender. Allí estuve, tanto tiempo con los pies sobre la tierra.
Y ahora acá estoy, siendo tan distinta.
Cambiando los avioncitos de papel, por un par de alas.
Tomando carrera para saltar, y volar.
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